Hay jugadores que hacen historia en el pádel, y Alejandra Salazar Es innegablemente parte de ello. Con una larga trayectoria de 30 añosLa jugadora española lo ha vivido todo: títulos, lesiones, cambios de pareja y una constante evolución de su juego. Aún hoy sigue siendo una Un competidor formidable, capaz de competir con la nueva generación. En esta entrevista, ella habla de su trabajo mental, su relación con sus compañeros de equipo y Su visión del pádel en esta etapa de su carrera.
Pareces muy concentrado y profesional en la cancha. ¿Este enfoque refleja tus emociones en un partido? ¿Cómo los gestionas?
Con el tiempo, aprendemos a maneja tus emociones. Lo principal no es controlarlos a toda costa, sino identificarlos. A veces nos dejamos llevar, pero sabiendo pourquoi Cuando surge una emoción te permite gestionarla mejor. Cuando estan negativoIntento dejarlos pasar lo más rápido posible, y cuando están positivo Intento no caer en la euforia excesiva.
Con la experiencia y el trabajo, ya sea bueno o malo el resultado, trato de permanecer neutral. El oponente no debería saber si estoy en dificultades o no. Siempre quiero proyectar una imagen de confianza, porque creo firmemente que Todo puede ser revertido en partido. Tomo cada situación como un desafío y me mantengo enfocado en mi objetivo.



El trabajo mental es hoy en día un elemento central del deporte de alto nivel. ¿Cómo lo integras en tu preparación?
Yo trabajo con un psicólogo, y a lo largo de los años he colaborado con varios profesionales. De cada uno aprendí mucho, lo que me permitió progresar comoatleta pero también como persona.
Este trabajo mental es essentiel para mí pero también para mi pareja, porque somos un equipo. Todo lo que siento o hago en el campo también impacta a mi compañero de equipo. Por eso dedico tiempo a este aspecto para que todo funcione de la mejor manera posible en la cancha.
En esta dinámica de grupo ¿Consideras ayudar a tu pareja a ser parte de tus responsabilidades?
Por supuesto ! Es fundamental comprender su estado emocional para poder apoyarla. El pádel es un deporte de equipo, y si ella se siente bien, estaremos bien. Más eficientes juntos.
A lo largo de los años, he desarrollado una curiosidad extrema Para entender a la persona que juega a mi lado. Quiero que ella se sienta bien porque mejora nuestra rendimiento. Trabajar en equipo con nuestro entrenador y el psicólogo también nos ayuda a definir nuestros roles, evitando que uno invada el espacio del otro.
¿Esto ocurre sólo a través del sentimiento o hay un verdadero trabajo de intercambio y análisis?
Hay una parte deintuición, pero también mucho la comunicación. Durante un partido, a veces es difícil hablar de ello en el calor del momento, pero tenemos Sesiones regulares como un equipo. Estos momentos son esenciales porque nos permiten mejorar conocerse, sino también para ayudar a nuestros entrenadores. Los entrenadores no son psicólogos, pero si además trabajan este aspecto, sabrán mejor cómo ayudarnos en situaciones de estrés, qué instrucciones darnos y cómo motivarnos.
Estoy convencido de que Cuanto más funciona el grupo como una unidad, cuanto más mejora el rendimiento.
Hoy, después de una carrera excepcional, ¿dónde se sitúa usted entre el placer, la exigencia y la ambición?
Le El pádel es mi pasiónHe estado jugando desde 30 años y cada temporada, cada compañero de equipo, cada miembro del personal me trajo algo nuevo. aprendizaje.
Con el tiempo, mi El juego evoluciona. No voy tan rápido como antes, estoy seguro dolor, pero sigo encontrando nuevas armas Para compensar. Jugando contra jóvenes de 20 años más joven Me empuja a adaptarme, a desarrollar otras estrategias, a apostar por mi Experiencia y mi inteligencia de juego.
Estoy orgullosa Estar siempre ahí, Juega contra los mejores y luchar en cada punto. Mientras estoy en mi últimos añosYa no siento la necesidad de demostrar nada. Soy satisfecho con mi carrera, y mi objetivo principal es para aprovecharlo, mientras aún buscaba Mejorarme a mí mismo.

Pianista profesional del Bataclan, pero también representante de músicos como Laura Buteau y ahora columnista... ¡No lo detendremos!