En el deporte profesional, la tendencia es armonizar la cuantía de los premios. la padel no se le escape y sea feliz. Sin embargo, hay un área donde los jugadores de padel no son iguales Un área donde los hombres cuestan más que las mujeres, aunque hay algunas excepciones.

Para ser más precisos, hemos estimado que un jugador en el top 100 genera un gasto en equipamiento de poco más de 3000 euros de media, mientras que un jugador se puede conformar con 1500 euros, ya veces mucho menos. ¿Quién dijo que las mujeres eran más derrochadoras?

¿Pero exactamente de qué material estamos hablando? El que condiciona en gran medida el juego de los profesionales, parte de la confianza que tienen en sí mismos. No más suspenso, estamos hablando de la pala – “pala” para aquellos cercanos al padel en español.

Para el jugador promedio, una pala a veces dura varios años.

Grandes éxitos, pequeños éxitos, la misma pelea

Al escuchar, desde el domingo en Toulouse, el ruido a veces atronador de algunas grandes huelgas, nos preguntamos cuánto dura una pala de padel antes de explotar bajo la fuerza de los golpes.

Para estar seguros, preguntamos a algunos de los jugadores presentes durante las previas. Y a decir verdad, el consenso reina entre los caballeros mientras que las damas divergen, pero sin romper el bollo.

En el caso de los hombres, una pala suele durar poco menos de un mes. Esto es lo que nos dijo uno de los mejores jugadores franceses que juega en la izquierda, Bastien Blanqué (n° 171 del mundo): “Cambio cada tres semanas aproximadamente. En un año, son aproximadamente quince palas”.

Misma respuesta con Mario Del Castillo (56e world), jugador de derecha contratado por Varlion: “Utilizo de 12 a 15 palas al año. Los cambio porque se rompen o porque se ablandan en verano, cuando hace mucho calor”.

Desde la altura de sus 90 metros, Miguel Benítez puede pegar fuerte, no se rompe las palas más que los demás: los 85e del ranking consume una quincena de ellos al año, de la marca Joma.

De 3 a 15 palas por año para estas damas.

Por el lado femenino, la ítalo-española Lorena Vano (n°95), que mide 1,67 my juega por la derecha, nos dijo que sólo necesita de 3 a 4 palas al año. Su compañera Lucía Pérez Parra (n°91) juega por la izquierda, pero mide sólo 1,60 m y pega poco: se conforma con 5 o 6 palas al año.

Misma “tarifa” para Araceli Martínez, (63e) otro pequeño jugador de revés: 1,62 m, que confía más en la paciencia que en la potencia. Pero a su derecha, Arantxa Soriano Pérez (48e) parece un comedor de pala, con sus 15 Head desguazado cada año. “Toca mi pala y verás qué suave se pone en la zona media por el calor. Por eso cambio a menudo.

Desde la altura de sus 78 metros, la francesa Léa Godallier (35e) no dice más: “Yo también uso unas 15 palas al año, un modelo (Nox) con una goma dura, pero que se ablanda con el uso y el calor. Y luego admito que soy un poco torpe: a menudo golpeo las ventanas y las rejas, se rompen cosas...".

Pero la puntuación más alta –a batir– de nuestra encuesta (que de ninguna manera es exhaustiva) es de 20 palas por año: pertenece a Juan LeBron. “Utiliza uno por torneo”, nos dijo uno de sus amigos cercanos.

A más de 200 euros por pala, el número 1 del mundo supera los 4000 euros por pala, mientras que la media para los hombres es de 3000. Para las mujeres, la horquilla varía entre 600 y 3000 euros, porque los estilos de juego y las tallas también varían.

Después de 40 años de tenis, Jérôme cae en la olla de padel en 2018. Desde entonces, piensa en ello todas las mañanas mientras se afeita ... ¡pero nunca se afeita pala en mano! Periodista en Alsacia, no tiene otra ambición que compartir su pasión contigo, ya sea que hables francés, italiano, español o inglés.