Después de las damas, la lógica también se respetó entre los hombres. Final masculina del Campeonato de Francia +45 Enfrentó a las dos mejores parejas del torneo entre sí, y finalmente fue el primer cabeza de serie, Christophe Henry y Frédéric Loriedo, que ganó tras un partido reñido contra Julien Datcharry y Nicolas Kischkewitz : 6/2 6/7 6/4.

Un gran comienzo para los favoritos

Loriedo y Henry no tardaron en marcar el ritmo. Ultraagresivos desde el principio, rápidamente le arrebataron el saque al equipo contrario dos veces para tomar la delantera. 6/2 Tras 30 minutos, Datcharry y Kischkewitz, en el otro lado, luchan por encontrar la cohesión y sufren las variaciones de ritmo impuestas por sus oponentes. Aparecen algunos signos de tensión en la pareja número 2, sin lograr revertir la dinámica.

Un segundo set relanzado… en el alambre

En el segundo set, el partido cambió de tono. Datcharry y Kischkewitz intensificaron su juego, salvando un punto de partido en 6/5, y fuerzan un tie-break que ganan con valentía (7/6Los outsiders volvieron al partido impulsados ​​por una defensa más sólida y una mejor eficacia en sus escasas oportunidades (3 quiebres de 9 obtenidos en el partido).

Un tercer acto físico y tenso

La última ronda es la más larga: 46 minutos de intensos combates, intercambios prolongados y sufrimiento visible en ambos lados. Federico Loriedo, en particular, recibe un golpe físico, pero aguanta. Con 72 puntos ganadores En el partido (contra 60 de sus oponentes), la dupla Henry/Loriedo terminó marcando la diferencia en el momento justo, para concluir 6/4.

Una victoria merecida y una buena sucesión

Con este éxito, Christophe Henry y Frédéric Loriedo suceden a Arnaud Clément y Arnaud Di Pasquale, coronados el año pasado. Pusieron su nombre en la lista de ganadores al haber asumido plenamente su estatus, al final de una final tensa y disputada, pero donde su constancia y compromiso habrán marcado la diferencia.

Benjamín Dupouy

Descubrí el pádel directamente durante un torneo y, francamente, al principio no me gustó mucho. Pero la segunda vez fue amor a primera vista y desde entonces no me he perdido ni un solo partido. Incluso estoy dispuesto a quedarme despierto hasta las 3 a. m. para ver el final de Premier Padel !