¿De dónde viene la famosa espuma EVA, que suele integrarse en nuestras palas? Nuestro compañero Emilio Forcher encontró la huella de Carlos Pérez, el inventor de la espuma Eva, en padel. Una historia increíble para este argentino.

Vayamos por un regreso al pasado a los orígenes de padel y palas de padel...

Desde el orificio de ventilación hasta la pala. padel

La historia comienza en una pequeña fábrica en Argentina. Carlos Pérez trabaja en una empresa y termina con una pieza multicolor de espuma Eva que usa para tapar un orificio de ventilación. Si bien no sabe nada sobre padel, ni en el tenis ni en todos los deportes de pala, prepara un prototipo de pala para un amigo suyo.

Al final de la tarde, en clima lluvioso, Carlos saca a su "bebé" para que su amigo Mario lo pruebe. Fuera de la vista, la prueba no dura mucho. Es un éxito, Mario está encantado. Por lo tanto, es necesario refinar el pala y lanzar una producción. Con 300 dólares en su bolsillo, Carlos lanza Sane, la marca de palas, e inserta en las palas de madera de su amigo Mario las incrustaciones personales que lo harán conocer.

El primero patrocinado será un par formado por diestros y zurdos. Durante su primer torneo, Carlos estuvo allí, en la audiencia, para ver la reacción de las personas y los jugadores ante este ruido tan diferente al de las palas de madera. El partido tuvo lugar al anochecer y los oponentes se rindieron debido a la eficiencia de estos jugadores cuerdos.

Varias personas como Ricardo Cano de Adidas vinieron a la fábrica de Sane para crear una pala de goma Eva. Imposible crear un producto a medida para otras marcas porque Carlos Pérez no tenía los fondos para abastecer la producción.

Una historia de éxito que cuesta demasiado.

Es gracias a la Federación Argentina que la historia realmente tomará forma. Uno de los entrenadores en ese momento, que venía de las artes marciales y había sufrido mucha infiltración en su brazo, no pudo jugar el juego correctamente. padel con palas de madera. Las palas Sane fueron las mejores para él. Siendo las consignas de la época “protección de los alumnos” y “búsqueda rápida del rendimiento”, la pala Sane encaja perfectamente en los objetivos.

Carlos Pérez presenta la patente en 8 países para proteger su invención. Una aventura increíble durante la cual el pala se vuelve más grueso sin aumentar de peso. Mala suerte para él y sus amigos porque esta patente le costará el negocio. Grandes inversiones para que su invento sea reconocido en los 8 países, luego un costo demasiado alto para los tribunales para cobrar las tarifas de las nuevas marcas que utilizan este proceso de fabricación, creará disgusto en Carlos.

Siendo demasiado grandes las sumas a comprometer, será el final de Carlos Pérez, mediados de los 90, el momento de la padel en Argentina. Vende Sane por un bocado a un amigo apasionado de la marca, Ricardo Rácaro.

Hoy Carlos Pérez está trabajando en el desarrollo de palas y siempre está buscando nuevos avances tecnológicos.

Julien Bondia

Julien Bondia es profesor de padel en Tenerife (España). Columnista y asesor, te ayuda a jugar mejor a través de sus tutoriales y artículos tácticos/técnicos. padel.