El pádel, un deporte en auge, aspira a ser accesible, amigable, intergeneracional... e inclusivo. Fácil de jugar, divertido y a menudo mixto, atrae cada vez a más mujeres de todo el mundo. Sin embargo, si analizamos las estructuras profesionales, mediáticas y económicas, El pádel sigue siendo profundamente desigualEntonces ¿por qué este deporte tan moderno reproduce los mecanismos clásicos de exclusión del deporte femenino?

Un deporte que lo tiene todo para gustar a las mujeres… en teoría

El pádel cumple todos los requisitos para ser un deporte accesible: menos exigente físicamente que el tenis, basado en la táctica, el posicionamiento y el juego en equipo. A menudo se les percibe como más cariñosos y más juguetones., lo que lo convierte en una excelente puerta de entrada al deporte, en particular para las mujeres, que están subrepresentadas en los deportes pala.

En los clubes, la tendencia está cambiando. Muchas estructuras ahora ofrecen espacios reservados, de curso para principianteso incluso torneos exclusivamente femeninosA nivel local se multiplican las iniciativas para animar a las mujeres a lanzarse a las pistas.

Pero a escala profesional, la observación es más amarga.

El pádel femenino avanza, pero aún permanece en la sombra

El pádel profesional sigue dominado por los hombres

Durante años, El pádel profesional sigue siendo un asunto de hombres. El World Padel Tour (WPT), creada en 2013, al menos tuvo la ventaja de incluir categorías femeninas desde el principio, pero sin darles nunca el mismo espacio mediático o financiero que a los hombres.

Peor aún, cuando Premier Padel Se espera que el circuito femenino se alinee con el masculino, especialmente con este fuerte apoyo institucional de la Federación Internacional de Ciclismo. PadelDebemos esperar 2024 para que las mujeres puedan finalmente participar en las Grandes Ligas Roland Garros. Simbólicamente, Premier Padel Realmente no da ejemplo.

Una flagrante subrepresentación mediática

Las destacados, los entrevistas, los documental, los retransmisiones…son abrumadoramente devotas de los hombres. Sin embargo, El nivel femenino es muy altoA los jugadores les gusta ariana sánchez, Paula Josemaría, Gemma triay, Bea González, Delfina Brea y Tamara Icardo no tienen nada que envidiar a sus homólogos masculinos.

Su juego, a menudo más táctico, más preciso y más legible, ofrece una riqueza estratégica a veces superior a la potencia de los intercambios masculinos. Pero a pesar de estas cualidades técnicas, El pádel femenino sigue marginado en el espacio mediático.

El pádel femenino avanza, pero aún permanece en la sombra

Están surgiendo iniciativas para cerrar la brecha

Frente a estas desigualdades, Iniciativas individuales y colectivas buscan devolver visibilidad al pádel femeninoEn redes sociales, influencers y colectivos como "Padel Niña", “Mujeres que Padel" o algunos entrenadores deportivos promocionan jugadores, comparten sesiones de entrenamiento, organizan partidos y generan interés entre nuevos jugadores.

En los clubes, cada vez más Torneos 100% femeninos Se organizan los campeonatos Los mixtos están mejor supervisados, y las ligas regionales están empezando a dar un Un lugar más justo para las competiciones femeninas.

Algunas federaciones nacionales, como la FFT en Francia, también están trabajando para lograr un mejor equilibrio en términos de acceso, representación y desarrollo de los jugadores jóvenes.

El pádel, ¿vector de emancipación?

El pádel podría convertirse en Un espacio de emancipación para las mujeres que no han encontrado su lugar en el deporte tradicional.Su estructura, su espíritu de equipo, la velocidad de progresión que permite y su amabilidad pueden hacer que una fuerte palanca para la inclusiónPero esto no sucederá sin compromiso.

Porque si el pádel realmente quiere encarnar un deporte de su tiempo, todavía le queda Un largo camino por recorrer para que las mujeres tengan su lugar pleno allíLa pelota está en el tejado de los organizadores, de los medios de comunicación, de los patrocinadores… pero también y sobre todo de los propios practicantes, que deben ser más numerosos para hacerse oír.