Como argentino y fan incondicional del futbolista, Sanyo quería conocer a Messi y vino específicamente a Barcelona para obtener el número 10 del club catalán para firmar su autógrafo en el brazo. Pero eso no es todo, Sanyo fue un paso más allá al tatuarse la firma de Messi.
Uno podría pensar que es solo un loco, pero Messi es considerado un Dios en Argentina, como Maradona en su época dorada.
Sanyo, obviamente, conocía a Messi a través de los medios, pero tuvo la oportunidad de conocerlo y hacer realidad uno de sus sueños, sobre todo gracias a su puesto número uno en el padel Mundial.