El título de este artículo puede parecer obvio y, sin embargo, ¿cuántos de nosotros intentamos jugar con una pala padel roto o agrietado? Demasiado numerosos.

No elijas entre la economía y tu salud

Las razones son numerosas. En primer lugar, no queremos cambiar la pala, porque es cara e intentamos alargar su vida útil lo máximo posible. A diferencia de una pala de tenis, padel, cuando se rompe no es solo una cuerda que puedes cambiar por 20€, sino toda la pala que puede costar entre 80€ y 300€ en general. Los presupuestos no son comparables. Para los “quejosos”, el presupuesto de pala es un auténtico quebradero de cabeza, porque a final de año, cuando llega el momento de hacer las cuentas, se alcanza el umbral de los mil euros sólo en compras de palas de padel.

Afortunadamente, tiendas especializadas et los clubes son numerosos para asesorarte y ofrecerte las mejores ofertas. Pero aún así, la billetera recibe un golpe hasta el punto en que te arrepientes de los momentos en que simplemente rompiste una cuerda de tenis en medio de un juego, sin tener una pala de respaldo.

También nos decimos que jugar con la pala rota no es tan grave y que puede desaparecer, al menos a corto plazo. Pero es como un neumático que se desinfla, la autonomía para conducir correctamente es muy limitada.

Cuidado con lo invisible...

Está lo que se ve y lo que no, lo que sientes y lo que te hace daño. Por eso siempre te aconsejamos que ante la duda, aunque sea difícil de aceptar, abandones tu pala rota lo antes posible. Aunque este no es el tema principal, y habrá argumentos a favor y en contra, algún sentimiento de que no es lo mismo que una pala nueva, etc., existe un servicio de reparación de palacio de padel que se está desarrollando en Francia. Laura Buteau habló de ello hace unos meses. Esta es una excelente alternativa para probar que podría ahorrarle algo de dinero.

Ojo, no te equivoques, una pala agrietada absorberá peor los golpes. Como resultado, es posible que experimentes dolor en el codo y/o la muñeca al día siguiente, lo que podría impedirte jugar durante varios días o incluso meses, sin mencionar los posibles costos médicos y los largos tiempos de espera antes de poder regresar al campo. . Por cierto, adios torneos padel.

En caso de duda, cambia tu pala.

Aunque te digas que esto se puede hacer para evitar nuevos gastos, el problema es que estás jugando con tu salud. Incluso si eres un profesional acostumbrado a jugar con palas rotas, no te sorprendas si tu cuerpo te pide cuentas.

Sólo un consejo: cambia tu pala en cuanto notes una grieta. Puede que tu billetera no te lo agradezca, ¡pero tu cuerpo sí!

Franck Binisti

Franck Binisti descubre el padel en el Club des Pyramides en 2009 en la región de París. Desde el padel es parte de su vida. A menudo se lo ve de gira por Francia para cubrir los principales eventos de padel Francés.

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